Las Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes (TMNT, por sus siglas en inglés) no siempre fueron la marca corporativa gigante de la que surgen películas, series de caricaturas, juguetes y mil chucherías. Todo empezó como el sueño de dos chavos en un departamento y un préstamo de mil dólares.
En 1983, Kevin Eastman (Maine, 1962) y Peter Laird (Massachusetts, 1954) intentaban ganarse la vida como historietistas independientes e ilustradores en periódicos regionales.
En ese momento los cómics gringos eran dominados por Los Hombres X de la editorial Marvel, y el cuento del superhéroe ciego Daredevil, entonces escrito y dibujado por Frank Miller; en este último proliferaban los clanes ninja. Con ánimo de parodia y crítica, Eastman y Laird crearon a las TMNT.
A partir de un préstamo de mil dólares (una versión precisa que fue de mil 300 bolas), el dúo mandó imprimir 3 mil ejemplares de su cuento, de 40 páginas –y no las 32 que son el modelo general de la industria del cómic estadunidense—, de las cuales enviaron 180 números a estaciones de radio y televisión, así como a las agencias informativas AP y UPI.
Las serie presentaba a cuatro tortugas de tienda de mascotas y a una rata, mutadas por un líquido radioactivo (entre líneas, o más bien entre viñetas, se daba a entender que era la misma sustancia que otorgó sus poderes de sentidos aumentados a Daredevil), que combatían al villano Shredder y a su clan de ninjas El Pie, pitorréandose del clan de La Mano de las historietas de Daredevil.
El éxito fue instantáneo. Eastman y Laird recibieron un pedido de 15 mil ejemplares para el segundo número de TMNT. Los cuates que estaban literalmente muriéndose de hambre, haciendo cuentos en un cuarto sin muebles, se volvieron los creadores de una franquicia que incluía juguetes, camisetas y juegos.
Una vez que se estrenó la caricatura de las TMNT, en diciembre de 1987, los creadores de cómic independiente se volvieron titanes de la industria del entretenimiento a nivel mundial. En 1990 se hizo una película con actores, y el sueño de los dibujantes terminó casi aniquilado.
Laird vendió su participación en el negocio en 2000 a Eastman, quien fundó la editorial Tundra Publishing, que publicóMadman de Mike Allred, así como From Hell (convertido en película con Johnny Depp en 2001) y Lost Girls, ambas de Alan Moore, entre otras series. La empresa además es dueña de versión gringa de la revista Heavy Metal, de fantasía y ciencia ficción para adultos.
Eastman vendió los derechos de sus tortugas a Nickelodeon –a su vez propiedad del titán de comunicaciones Viacom— en 2009. Sus creaciones, o al menos las versiones descafeinadas de éstas, acaban de salir (junto con el precioso maniquí Megan Fox) en una película que al cierre de esta nota había recaudado 65 millones de dólares en Estados Unidos, y 97 millones más fuera de ese país, lo que impulsó a la productora Paramount a anunciar que la segunda parte estará en cines el 3 de julio de 2016.
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